Los 3 beneficios de las posturas de Yoga que se conocen desde el siglo XV

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El Yoga es una disciplina que está en tendencia. Nacida a orillas del río Indo hace más de 4000 años, cada día más personas en el mundo se unen a su práctica. Incluye toda una filosofía, estudio de la mente humana y diferentes técnicas de control postural (asanas), control de la energía a través de la respiración (pranayama), higiene corporal (kriyas) y meditación.

Hoy te hablaremos de su cara más visible y popularizada: las posturas de Yoga o los asanas. Te contaremos qué beneficios se conocen y se han documentado desde hace cientos de años y algún ejemplo de lo que la ciencia moderna dice al respecto.

Practiques el estilo de Yoga moderno que practiques, las poses que haces vienen derivadas del Hatha Yoga. Y quizás pienses “Es que yo no hago Hatha, yo hago Asthanga, o Hot, o Vinyasa, o Yin…”. Pues permítenos decirte que también es aplicable, independientemente del nombre comercial y de la modalidad que elijas. En realidad, las posturas de Yoga actuales derivan del linaje medieval de los Nath Yoguis, también conocidos como Hatha Yoguis. Ellos no sólo documentaron las prácticas sino también los beneficios que experimentaban al realizarlas.

Dentro de estos documentos, uno de los más importantes es el Hatha Yoga Pradipika (Podría traducirse en algo así como “Pequeña Luz del Hatha Yoga”) escrito por el gran Hatha Yogui Swami Svatmarama alrededor del siglo XV. 

En su primer capítulo, dedicado a las asanas o posturas de Yoga se describen los 3 principales beneficios:

  1. Estabilidad (sthairyam)

    Se refiere no sólo al sentido del equilibrio o a la estabilidad de la pose y la postura, sino al equilibrio mental.

  2. Salud (āroghyam)

    O ausencia de enfermedad (roghyam). Mejora de la salud general y prevención de enfermedades.

  3. Ligereza corporal (āngalāghavam)

    Ligereza (lāghavam) de las extremidades o partes del cuerpo (angas). Sensación de menos tensión, movilidad y flexibilidad corporal.

B.K.S Iyengar demostrando Bhujangasana (Postura de la Cobra)

B.K.S Iyengar demostrando Bhujangasana (Postura de la Cobra)

 Todo esto puede sonar bien pero, ¿qué dice la ciencia actual? En los últimos años se están realizando muchos estudios acerca de los beneficios del Yoga y de la práctica de asanas. Uno de los más sorprendentes fue realizado por investigadores de la Academia Médica Estatal de San Petersburgo (Saint Petersburg State Medical Academy).

En el experimento entrenaron a un grupo de control en la práctica de Bhujangasana (postura de la cobra). Después midieron el nivel en sangre de las hormonas Cortisol (hormona del estrés) y Testosterona (hormona fundamental para la salud tanto del hombre como de la mujer, disminuye por ejemplo el riesgo de osteoporosis) con un intervalo no superior a 5 minutos. Observaron una disminución del Cortisol de un 11% con una fiabilidad del 99% y un aumento de la Testosterona de un 16% con fiabilidad del 95%.

De alguna forma la ciencia consigue confirmar lo que los Yoguis ya sabían y lo que los que practicamos Yoga experimentamos e intuimos.

Referencias:

Hatha Yoga Pradipika

Minvaleev, R.S., Nozdrachev, A.D., Kir'yanova, V.V. et al. Postural Influences on the Hormone Level in Healthy Subjects: I. The Cobra Posture and Steroid Hormones. Human Physiology 30, 452–456 (2004).